En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, es esencial comprender las señales que pueden indicar la intención suicida de las personas, tanto en adultos como jóvenes. Es por ello que especialistas de Medicop explican las alertas y cómo abordarlas.
Según datos de la OMS en 2022, Chile se posiciona como el sexto país con mayor tasa de suicidios en América Latina. A partir de esto, resulta fundamental mantenerse bien informados con el propósito de prevenir que tanto adultos como jóvenes opten por tomar esta decisión, especialmente durante los meses de septiembre y octubre donde aumentan los casos, cuando la llegada de la primavera trae consigo cambios en la exposición a la luz, en las condiciones climáticas, pero también en el ánimo, generando desequilibrios emocionales en algunas personas.
Alerta y prevención en adultos
Vania Krauskopf, Psiquiatra especialista en adultos de Medicop, explica que “siempre se debe tomar en serio cualquier señal de advertencia de suicidio, no hay que minimizarlas y hay que buscar ayuda profesional cuando sea necesario”. Algunos síntomas que los adultos pueden mostrar incluyen expresar pensamientos de querer morir, sentirse solos, o una
carga para los demás, vacíos, desesperados y sin motivos para continuar viviendo. Además, cuando una persona comienza a distanciarse de su círculo cercano, regala sus pertenencias y se despide, son claras indicaciones de pensamientos suicidas que deben abordarse de inmediato.
Una vez identificadas algunas de estas señales, es crucial tomar medidas adecuadas. La Dra. Krauskopf considera que la prevención del suicidio “requiere de un trabajo colectivo que involucra a la comunidad, familia, amigos y profesionales de la salud”. La psicoeducación de la población es una estrategia esencial. Esta implica educar sobre la salud mental, el suicidio, los factores de riesgo, las señales de advertencia y la importancia de buscar ayuda a tiempo.
Además, es crucial fomentar conversaciones abiertas, fortalecer la red de apoyo, conectar a la persona con familiares o amigos, promover la búsqueda de ayuda y una intervención temprana, limitar el acceso a medios letales como armas de fuego, objetos cortopunzantes o medicamentos de alto riesgo, identificar e iniciar tratamiento de problemas de salud mental, como “los cuadros depresivos, trastornos afectivos bipolares, trastornos adictivos, trastorno límite de la personalidad, esquizofrenia, e identificar a víctimas de acoso (bullying y cyberbullying)”, finaliza la Psiquiatra.
Alerta y prevención en niños
Para poder identificar tendencias suicidas que pueden alertar a los padres o el entorno de un niño o adolescente, Viviana Herskovic, Psiquiatra infantojuvenil de Medicop, señala que “cuando un niño o joven se aísla, deja de salir, evita a sus amigos y experimenta cambios en su bienestar, como trastornos del sueño y pérdida de apetito, es motivo de inquietud. Además, una señal especialmente preocupante en jóvenes es cuando expresan pensamientos sobre la muerte o morir”.
La Dra. Herskovic también destaca otro síntoma relevante relacionado con el riesgo de suicidio, que es el aumento de autolesiones, como lesiones en brazos o piernas. Por último, menciona que la reciente pérdida de un ser querido en el círculo familiar o social del niño o joven puede ser un factor de riesgo que desencadene pensamientos suicidas.
En términos de prevención, la especialista sugiere “iniciar una conversación para comprender lo que está sucediendo, en este acercamiento se debe transmitir que la vida de él o ella es muy importante y valiosa para uno, que uno lo quiere mucho y que está dispuesto a ayudarlo y a hacerse cargo de lo que sea necesario”.
Además, cuando se trata de niños y jóvenes, los adultos y los padres tienen un papel crucial. La especialista de Medicop considera que hay que “preocuparse de ser buenos modelos para los hijos, transmitir alegría de vivir, que los adultos también se equivocan y algunas cosas requieren gran esfuerzo o tolerancia a la frustración y que eso es normal”. También es importante comprender el entorno social y digital en el que se desenvuelven los niños y jóvenes para prevenir el consumo de alcohol y drogas, y el acceso a contenidos en redes sociales pro autoagresión y pro suicidio.
Como complemento, buscar la orientación de un profesional de salud mental, como un psiquiatra infantil y del adolescente, puede facilitar que el niño reciba un tratamiento psiquiátrico y psicológico adecuado, que podría incluir terapia familiar, fármacos u otras intervenciones necesarias.